#ElPerúQueQueremos

Colectivo no al anillo  vial periférico

Anillo que asfixia

¿El Proyecto del Anillo Vial Periférico Lima-Callao con un costo aproximado de 2,380 millones de dólares es la mejor alternativa para todas las Limas? ¿El costo social de dicho proyecto ha considerado los posibles daños al ambiente y el respeto a los derechos a la salud, la vivienda y la tranquilidad de las familias?

Rossana Mendoza Zapata

Publicado: 2023-05-04

No hay una Lima, hay varias Limas. Para los ciudadanos que están hartos de entrar al centro para trasladarse de norte a sur, el Proyecto Anillo Vial Periférico Lima-Callao con un costo aproximado de 2,380 millones de dólares es la mejor alternativa y la vienen esperando por más de dos décadas, en vista que facilitará el tránsito de vehículos de carga desde las carreteras nacionales hasta el puerto del Callao en el menor tiempo posible y con ello evitarán la congestión vehicular. Para quienes han logrado habitar los barrios periurbanos de 5 distritos de Lima Norte, 6 de Lima Este y 1 del Callao ubicados en el trazado del proyecto solo cierne una gran preocupación.

Lima es una ciudad caótica, sin planeamiento urbano, que crece año tras año con migraciones internas y externas, quienes demandan servicios y condiciones para vivir dignamente, pero no solo eso: Lima es una ciudad altamente contaminada y la escasa proporción de área verde por habitante nos hace más difícil contrarrestar los efectos de la contaminación. Es así que solo contamos con 2.4 mts2 por habitante (Ciudad de México 8mts2 y Bogotá casi 5, todos lejos de los 15 mts2 recomendados por la Organización Mundial de la Salud). Al respecto, las familias de Ate vienen manifestándose hace varios meses porque el proyecto del anillo vial implicará arrasar con 35 hectáreas de áreas verdes, se trata de alrededor de 10,000 árboles de más de 40 años a lo largo de la Av. Separadora, que constituyen el pulmón en este rincón de Lima Este ya bastante contaminado por su cercanía a grandes vías y a la zona industrial. Las mismas niñas y niños han salido a manifestarse cartel en mano con sus familias demandando: “Salvemos el arbolado porque es oxígeno” y se oponen abiertamente a lo que consideran un “crimen ambiental” porque transgredirá la fauna y la flora del lugar, pero además se verán impedidos de disfrutar de su derecho a sus espacios de recreación.

En el caso de las familias que habitan las viviendas multifamiliares ubicadas en la ruta del proyecto a la altura de los distritos de San Juan de Lurigancho e Independencia, el riesgo es perder su casa. Son 1000 viviendas en el primer caso y 3000 en el segundo caso que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) ha empezado a comprar. Es por ello que se ha conformado el colectivo @NoAlAnilloVial con participación de vecinos, asociaciones y cooperativas de vivienda de los distritos de Independencia, San Juan de Lurigancho, Ate y La Molina para exigir que el megaproyecto cuente con un estudio de impacto ambiental que exponga el enorme costo social de la obra y exigiendo ser consultados sobre las decisiones que les concierne como moradores afectados. Sin embargo, integrantes del colectivo manifiestan que son varias las familias que están siendo amenazadas por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones con expropiar su vivienda si no aceptan pronto los montos que les ofrecen. La angustia comienza a apoderarse de estas familias que se sienten indefensas frente a semejante amenaza.

¿Qué proponen las familias que serían afectadas por el proyecto en los 11 distritos? Consideran que es urgente una evaluación exhaustiva del costo social de la obra, que es importante que este proyecto se plantee dentro de un enfoque de desarrollo que anteponga el valor de la vida y la salud sin atropellar derechos fundamentales como la vivienda, el ambiente limpio, la recreación y la tranquilidad. Tienen la expectativa que el MTC haga un replanteamiento del sistema urbano que privilegie el ordenamiento del transporte público y la construcción de vías segregadas que favorezcan la descongestión vehicular. En suma, se trata de repensar la ciudad como un lugar habitable, digno y seguro para los habitantes de todas las Limas.

Después de la pandemia y la perdida de alrededor de 290,000 ciudadanos, algo debemos haber aprendido. Por ejemplo, a apreciar la vida, disfrutar la naturaleza, aunque solo podamos gozarla en una maceta, un árbol o un jardín público; preocuparnos más por cuidarnos entre nosotros; brindar seguridad y confianza a nuestras niñas y niños, y que no tengan que angustiarse por perder su vivienda o el árbol de la esquina. Los beneficios del transporte moderno y la rentabilidad que esta ofrece no debiera lidiar con aspectos tan básicos como la vida, la salud y la seguridad familiar.


Escrito por

Rossana Mendoza Zapata

Educadora peruana


Publicado en

Agenda Infancia

Espacio de difusión, denuncia y promoción de situaciones de actualidad relacionados a niñas, niños y jóvenes